Barakaldo, 30 de abril de 2025 — La preocupación por la contaminación del suelo ha vuelto a la actualidad en el municipio tras la denuncia presentada por el grupo ecologista Ekologistak Martxan, que ha alertado de la presencia de lindano en la alameda Serralta, entre los barrios de Llano y Lutxana. Esta sustancia, un pesticida altamente tóxico y catalogado como cancerígeno, ha sido detectada en la zona donde se están desarrollando obras para la construcción de viviendas protegidas. Hoy hablaremos de la retirada de escombros en Barakaldo y de nuevos hallazgos de lindano en Serralta, que reavivan la preocupación por la seguridad de los vecinos y el medio ambiente.
Empresa de retirada de escombros peligrosos en Barakaldo
Según la organización ecologista, la presencia del lindano se ha identificado por el fuerte y característico olor del compuesto. Aseguran además que los trabajos de movimiento de tierras se están llevando a cabo sin las medidas de seguridad adecuadas. Denuncian que los camiones que transportan el material contaminado lo hacen sin cobertura, y que tanto los conductores como los operarios de maquinaria no portan equipos de protección individual. Las condiciones de viento en la zona, afirman, agravan el riesgo de dispersión del contaminante en el entorno.
Ekologistak Martxan ha señalado también que no consta que se haya comunicado oficialmente al Ayuntamiento de Barakaldo el hallazgo del lindane, lo cual vulneraría los protocolos establecidos para la gestión de residuos peligrosos. Además, denuncian que las tierras excavadas están siendo trasladadas a vertederos que, según su información, no estarían autorizados para acoger residuos de este tipo.
No es la primera vez que se detecta lindano en el área de Serralta
Ésta no es la primera vez que se detecta lindano en el área de Serralta. En octubre de 2022 ya se localizó este pesticida en los mismos terrenos. En aquella ocasión, el Ayuntamiento minimizó el riesgo, afirmando que los niveles no suponían una amenaza para la salud. Sin embargo, aquel hallazgo provocó la movilización tanto de grupos ecologistas como de numerosos vecinos, alarmados por el posible impacto sanitario y ambiental.
El nuevo descubrimiento ha reactivado las demandas ciudadanas de una actuación más rigurosa por parte de las autoridades y de las empresas responsables de la obra. Los residentes de la zona temen que la falta de transparencia y la inadecuada gestión de estos suelos contaminados comprometan su salud y la del entorno urbano.
Exigen que se investigue si la constructora cumple las normativas medioambientales
Desde el movimiento ecologista se insiste en la necesidad de detener los trabajos hasta que se realice una evaluación ambiental rigurosa, se adopten medidas de contención y se garantice la correcta gestión de los residuos. Asimismo, exigen que se investigue si la empresa constructora está incumpliendo normativas medioambientales y de seguridad laboral, y que se depuren responsabilidades si se confirma una mala praxis.
El caso de Serralta vuelve a poner sobre la mesa los desafíos asociados a la descontaminación de suelos industriales en zonas urbanas y la importancia de adoptar medidas preventivas antes de acometer nuevas urbanizaciones en terrenos potencialmente afectados por residuos tóxicos del pasado.