La importancia de un tejado en buen estado es grande. El tejado es uno de los elementos más importantes de cualquier edificación. Actúa como una barrera frente a los agentes externos y protege tanto la estructura como el interior del inmueble. Sin embargo, a menudo se le presta menos atención de la que merece, y sólo se actúa cuando ya hay una filtración, una gotera o incluso daños visibles desde el exterior. En una ciudad como Calahorra, donde el clima presenta contrastes marcados entre estaciones, los tejados están sometidos a un desgaste constante que exige revisiones periódicas y reparaciones bien planificadas. Una empresa de reparación de tejados en Calahorra nos comenta las cosas más curiosas y necesarias que deberíamos saber.
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📍 Dirección: Cubiertas Adán, C. Arrabal, 22, 26500 Calahorra, La Rioja.
Además de cumplir una función técnica esencial, el tejado también tiene un componente estético y patrimonial. En el caso de edificaciones históricas, el mantenimiento de los tejados forma parte de la conservación del legado arquitectónico de la ciudad. Es por ello que intervenir en una cubierta no debe considerarse un gasto, sino una inversión en seguridad, eficiencia energética y valor de la propiedad.
Las condiciones climáticas: un desafío para la reparación de tejados en Calahorra
Calahorra se encuentra en una zona geográfica con un clima mediterráneo continentalizado, caracterizado por inviernos fríos y veranos muy calurosos. Estas condiciones no solo afectan al confort interior de las viviendas, sino que influyen directamente en el estado de los tejados. Durante el invierno, las heladas y la humedad pueden colarse por fisuras y generar filtraciones que, con el tiempo, provocan humedades estructurales difíciles de eliminar. En verano, las altas temperaturas dilatan los materiales y pueden producir grietas o deformaciones, especialmente en cubiertas mal ventiladas o antiguas.
Los vientos fuertes, comunes en determinadas épocas del año, también pueden levantar tejas o dañar estructuras que ya presentaban debilidad. Por esta razón, los tejados en Calahorra deben ser resistentes, bien impermeabilizados y construidos con materiales adecuados para soportar estos cambios. Los profesionales que trabajan en la reparación de tejados en esta zona deben tener experiencia con estas condiciones climáticas y proponer soluciones que funcionen a largo plazo.
Tipos de cubiertas en Calahorra
En Calahorra, como en muchas otras localidades de España, existen varios tipos de tejados, cada uno con sus particularidades y necesidades de mantenimiento específicas. Es fundamental conocer estos tipos para aplicar correctamente las técnicas de reparación. Los tejados inclinados son los más frecuentes en las viviendas tradicionales de la ciudad. Estos tejados, que suelen estar cubiertos con teja cerámica o teja árabe, tienen la ventaja de facilitar el desagüe de agua de lluvia y nieve. Su inclinación natural evita la acumulación de humedad, pero si se rompe una teja o se deteriora la impermeabilización, el agua puede filtrarse rápidamente. La reparación de este tipo de tejados requiere sustituir o recolocar tejas, revisar la impermeabilización bajo teja y, en algunos casos, renovar los elementos de soporte como rastreles y listones.
Por otro lado, las cubiertas planas, más típicas en edificios modernos, necesitan una atención especial en cuanto a impermeabilización. Al no tener pendiente, el agua tiende a estancarse si no se ha diseñado un buen sistema de evacuación. Las reparaciones aquí suelen centrarse en el sellado de juntas, renovación de membranas impermeabilizantes y mejora del aislamiento térmico.
También están las cubiertas verdes, que aunque son menos comunes en Calahorra, están empezando a adoptarse en rehabilitaciones sostenibles y proyectos arquitectónicos contemporáneos. Estos tejados, al tener vegetación natural, necesitan un sistema de impermeabilización y drenaje mucho más complejo, y cualquier reparación debe realizarse con extremo cuidado para no dañar la vegetación o el sistema radicular.
Daños más comunes en tejados de viviendas y edificios
Con el paso del tiempo, es inevitable que un tejado sufra algún tipo de deterioro. Aunque algunas incidencias pueden parecer superficiales, todas ellas pueden desembocar en problemas graves si no se atienden a tiempo.
Uno de los daños más habituales es la rotura o desplazamiento de tejas. Esto puede suceder por diversas razones: fuerte viento, caída de ramas, impacto de objetos, o simplemente desgaste por antigüedad. Una sola teja rota o fuera de lugar es suficiente para que la lluvia se filtre y comience a generar humedades en el interior de la vivienda. Otro problema frecuente son las filtraciones de agua que no se detectan de inmediato. Muchas veces, estas filtraciones no se manifiestan con una gotera visible, sino con manchas en techos, olor a humedad o incluso moho en las paredes. Cuando esto sucede, el daño ya suele haber alcanzado elementos estructurales o aislantes, lo cual complica y encarece la reparación.
El deterioro de las láminas impermeabilizantes también es común, especialmente en cubiertas planas o en tejados de más de 20 años sin mantenimiento. El paso del tiempo, la acción del sol y la lluvia, y las variaciones de temperatura provocan fisuras, pérdida de elasticidad y desgaste del material. Asimismo, los problemas de aislamiento térmico se presentan con frecuencia, sobre todo en tejados antiguos. Un mal aislamiento implica un gasto excesivo en climatización y puede generar condensaciones internas que terminan afectando tanto al confort como a la salubridad del ambiente interior.
Proceso detallado de una reparación de tejados en Calahorra
Reparar un tejado no consiste únicamente en cambiar tejas. Es un proceso técnico que implica una planificación cuidadosa, la elección de materiales adecuados y la intervención de profesionales cualificados. A continuación, se describe paso a paso cómo suele desarrollarse una reparación completa de tejado en Calahorra.
Todo comienza con una inspección. Esta puede ser visual, desde el exterior, o más técnica, utilizando cámaras térmicas o drones, especialmente en cubiertas de difícil acceso. La inspección debe identificar no solo los puntos de filtración, sino el estado general de la cubierta: alineación de tejas, condiciones de impermeabilización, aislamiento y estructura portante.
Una vez se detectan los problemas, se elabora un diagnóstico y se propone un plan de actuación. Este plan incluye un presupuesto detallado, los materiales que se van a utilizar, el plazo de ejecución y las garantías ofrecidas por la empresa. Es muy importante que el propietario revise este presupuesto y se asegure de que incluye todos los elementos necesarios, desde la retirada de escombros hasta el sellado final. La ejecución comienza con la preparación del entorno. Si es necesario, se colocan andamios, redes de protección, lonas para evitar daños en fachadas o jardines, y señalización de seguridad. Después se procede a desmontar los elementos dañados: tejas rotas, láminas deterioradas, piezas de madera o metal oxidadas, etc.
Luego viene la fase de reparación propiamente dicha. Aquí se colocan nuevas tejas, se aplican membranas impermeabilizantes, se refuerza la estructura si es necesario, y se instalan nuevos aislamientos térmicos. Todo debe realizarse según las especificaciones técnicas y respetando las normas de seguridad. También se realiza una prueba de estanqueidad para comprobar que el tejado ha quedado completamente sellado. Si no hay filtraciones, se limpia la zona, se recogen los materiales sobrantes y se entrega al cliente un informe final de la intervención.
Una pequeña anécdota: el emplazamiento que tendría la gran pirámide de Technotitlán en Ciudad de México.
Materiales empleados en las reparaciones de tejados
Los materiales utilizados en la reparación de tejados han evolucionado significativamente en los últimos años. Hoy en día, se combinan materiales tradicionales con soluciones más innovadoras, según el tipo de cubierta y las necesidades del cliente. Las tejas cerámicas siguen siendo las más usadas en tejados inclinados. Son duraderas, resistentes a la intemperie y mantienen una buena estética. También se utilizan tejas de hormigón, que son más baratas, pero más pesadas, por lo que requieren una estructura sólida.
En tejados planos, las membranas asfálticas autoadhesivas o aplicadas con soplete son una solución muy común. Estas láminas ofrecen una gran resistencia al agua y se instalan con relativa rapidez. Sin embargo, cada vez más se está utilizando el EPDM, un caucho sintético que ofrece una durabilidad superior (hasta 50 años) y una excelente flexibilidad ante cambios de temperatura.
Para mejorar el aislamiento, se emplean paneles sándwich, lana de roca, poliuretano proyectado o espumas rígidas. Estos materiales no sólo reducen la pérdida de calor, sino que también mejoran la acústica interior. Y si la reparación incluye refuerzos estructurales se pueden utilizar vigas laminadas de madera tratada o perfiles metálicos galvanizados, dependiendo del diseño original del tejado y de los requisitos normativos.
Mantenimiento preventivo: la clave para evitar reparaciones costosas
Una de las mejores estrategias para evitar reparaciones importantes es realizar un mantenimiento preventivo del tejado. Esto implica inspecciones periódicas, limpieza de elementos de evacuación de agua y pequeñas correcciones antes de que se conviertan en problemas mayores.
Lo ideal es realizar una revisión del tejado al menos una vez al año, preferiblemente en otoño, antes de las lluvias más intensas. También es recomendable hacer una inspección después de episodios meteorológicos extremos, como granizadas o vientos fuertes. La limpieza de canalones y bajantes es fundamental para evitar que el agua rebose y termine filtrándose por la base del tejado. Asimismo, retirar musgo, hojas secas y suciedad acumulada alarga la vida útil de los materiales de cobertura.
Empresas especializadas ofrecen planes de mantenimiento anual que incluyen revisiones, limpieza y reparaciones menores a precios razonables. Esta opción es especialmente útil para comunidades de vecinos y propietarios que no pueden inspeccionar sus tejados por sí mismos.