Hablan las víctimas de los derribos en Cantabria de viviendas que fueron autorizadas en su día por gente irresponsable y sin duda alguna interesada: una de las mayores vergüenzas de nuestra administración municipal, regional y nacional. El proceso de demolición de cinco viviendas en la urbanización Cerrias dos, en Piélagos, ha comenzado tras la compensación económica a sus propietarios. Entre los afectados se encuentra María Ángeles Santiago, quien se encontraba en Mallorca cuando se enteró de la demolición de su casa. “Me ha pillado aquí, pero han sido 25 años de angustia”, confesó. Vecina de Cartes y con pasado en el País Vasco, María Ángeles adquirió su vivienda en el año 2000 sin imaginar que dos décadas después sería demolida por orden judicial. La casa, de 160 metros cuadrados en una parcela de 650, ha sido su hogar junto a sus padres y, actualmente, su hija menor.

 

650046697 – Carlos Osma

 

Sentencias de derribos en Cantabria: un proceso judicial que se alarga por décadas

 

Las urbanizaciones Cerrias uno y dos han sido el centro de una larga batalla legal que afecta a más de 50 familias. Aunque María Ángeles confía en que el nuevo Plan General de Ordenación Urbana de Piélagos pueda regularizar su situación, reconoce que el proceso ha sido muy doloroso. “Desde la alcaldía de Jesús Ángel Pacheco se hablaba de un PGOU que solucionaría estos problemas, pero seguimos esperando”, lamenta.

 

El inicio de las demoliciones es el momento cumbre de esta espera agónica. Un buen día, las excavadoras comenzaron la demolición de cinco de las siete viviendas de la urbanización Calas del Norte. Sus propietarios, tras recibir indemnizaciones gestionadas por Gesvican, decidieron entregar las llaves para evitar el riesgo de ocupaciones, algo que ha ocurrido en otros municipios. El derribo es parte del cumplimiento de sentencias que afectan a un total de 22 viviendas en Cerrias dos, 17 en Cerrias uno, 20 en Entrelindes y 21 en el área L05.

 

El consejero de Fomento, Ordenación del Territorio y Urbanismo, Roberto Media (PP), y el alcalde de Piélagos, Carlos Caramés (PP), se desplazaron al lugar y mostraron su apoyo a los vecinos en este difícil momento. “Es un día triste para Cantabria. Hace mucho que se debería haber encontrado una solución que evitara esta situación”, señaló Media.

 

 

Licencias anuladas y un futuro incierto

 

Las viviendas fueron construidas con licencias concedidas bajo el PGOU de 1993, aprobado por todos los grupos políticos de la época (UPCA, PSOE y PP) y avalado por el Gobierno de Cantabria. Sin embargo, una denuncia de la asociación ecologista ARCA cuestionó la legalidad del suelo, lo que llevó a la anulación de las licencias y, posteriormente, a las órdenes de derribo. El alcalde Caramés ha insistido en que las casas no están afectadas por la Ley de Costas y que el Ayuntamiento busca soluciones a través del nuevo PGOU y otras herramientas legales. “Nuestro objetivo es evitar que estas situaciones se repitan en el futuro”, afirmó.

 

Un problema sin responsables claros

 

Caramés recalcó que la responsabilidad de lo ocurrido recae en varias administraciones y partidos políticos que en su momento aprobaron las licencias. “Esto no es culpa de un solo grupo, todos debemos trabajar para que no vuelva a pasar”, subrayó. Hasta ahora, cinco viviendas ya han sido entregadas a Gesvican, y se espera que una sexta lo sea en las próximas semanas. “Los únicos que no tienen culpa de nada son los vecinos, que llevan más de 20 años sufriendo una injusticia”, concluyó el alcalde.

 

Malestar entre los vecinos de Las Torres en Escalante por el proyecto de viviendas de sustitución

 

Los residentes del edificio Las Torres, en Escalante, expresaron hoy su descontento con el proyecto de sustitución de sus viviendas, que serán demolidas tras una sentencia firme del Tribunal Supremo. La razón principal de su malestar radica en que las nuevas viviendas no se ajustan a las dimensiones de las originales, afectando tanto a los pisos como a los garajes. La protesta se hizo evidente durante el sorteo ante notario de las 15 viviendas que se construirán en dos bloques y que tuvo lugar en el salón de Plenos del Ayuntamiento.

 

Ha habido quejas por reducción de espacios. Los afectados reclamaron compensaciones a la Consejería de Vivienda, liderada por Roberto Media (PP), argumentando que las dimensiones de los nuevos inmuebles son menores a las de sus actuales hogares. “Mi garaje tenía 27 metros cuadrados, ahora me toca uno de 23”, lamentó un vecino tras el sorteo. Otra afectada, de avanzada edad, expresó su frustración: “Después de 30 años, me quedo con una casa de 59 metros cuadrados”. Además, la asignación de garajes ha generado controversia, ya que sólo se sortearon ocho de los 15 disponibles. Los vecinos sostienen que debieron priorizarse los de mayor tamaño para compensar la reducción de superficie.

 

Según los residentes, en reuniones previas el consejero de Vivienda se comprometió a considerar algún tipo de compensación. No obstante, cuestionan el diseño del nuevo proyecto, señalando que no se adapta a las características originales del edificio Las Torres, pese a que las autoridades conocían bien la situación.

 

Un especialista de una empresa de derribos en Cantabria nos comenta un proyecto que no convence

 

No es fácil resarcir a estas personas tan vapuleadas y defraudadas por las autoridades. Uno de los representantes vecinales reconoció que la construcción de viviendas de sustitución es una opción válida, pero enfatizó que, dada la imposibilidad de replicar exactamente los inmuebles originales, los propietarios deberían recibir una indemnización adicional. El descontento quedó patente en las declaraciones de varios vecinos, quienes criticaron duramente la gestión de la Administración: “Estamos cansados de promesas vacías y de que nos traten como si fuéramos borregos”. Por su parte, Carlos Gala, director de la empresa pública Gesvicán, explicó que, al no haber consenso entre los afectados, se optó por realizar el reparto por sorteo. No obstante, aseguró que trasladará las quejas al consejero de Vivienda.

 

Inicio de obras de viviendas de sustitución en 2025

 

El proyecto de sustitución, que cuenta con una inversión de 2,5 millones de euros del fondo de derribos del Gobierno de Cantabria, tiene un plazo de ejecución de 18 meses y se adjudicará de manera definitiva en breve. Las obras comenzarán a principios de 2025.

 

Las nuevas viviendas se construirán en el barrio de San Roque, en una zona peatonal, y estarán distribuidas en dos bloques que incluirán nueve dúplex de dos, tres y cuatro habitaciones, además de seis pisos con dos o tres dormitorios. También se han proyectado 15 plazas de garaje. El sorteo se llevó a cabo en presencia del alcalde de Escalante, Francisco Sarabia (PRC), y se realizó con dos urnas: una con los nombres de los propietarios y otra con la tipología de vivienda asignada a cada uno. A pesar de la celebración del sorteo, la incertidumbre persiste entre los vecinos, quienes aún desconocen la fecha exacta en la que podrán acceder a sus nuevas viviendas.

 

La Audiencia obliga al Ayuntamiento de Castro a demoler 11 chalés en el caso La Loma

 

La Sección Tercera de la Audiencia ha dictaminado que el Ayuntamiento de Castro Urdiales proceda con la demolición de 11 chalés en la urbanización ‘Residencial San Pelayo’, ubicada en la zona de Santullán. La medida responde al fallo judicial por el denominado caso La Loma y deberá ser financiada por el exalcalde Fernando Muguruza junto a otros dos condenados. Además de la demolición, el tribunal ha instado al Consistorio a restaurar la legalidad urbanística en el área afectada, garantizando el cumplimiento de la normativa vigente en la zona.

 

El proceso de demolición de viviendas en Cantabria: fases, normativas y consideraciones

 

El derribo de una vivienda en Cantabria es un procedimiento complejo que implica múltiples etapas, desde la planificación hasta la limpieza final del terreno. Este proceso no solo requiere maquinaria especializada y personal capacitado, sino que también debe cumplir con normativas urbanísticas y ambientales para garantizar la seguridad y minimizar el impacto en el entorno. A continuación, se detallan los aspectos clave que intervienen en la demolición de una edificación.

 

  1. Evaluación inicial y obtención de permisos

 

Antes de proceder con la demolición, es necesario realizar una evaluación del inmueble y su entorno. Esta inspección previa permite determinar los riesgos estructurales, la presencia de materiales peligrosos como el amianto y la viabilidad del derribo.

 

Una vez realizada la evaluación, es imprescindible tramitar los permisos correspondientes ante las autoridades municipales. En la mayoría de los casos, se requiere una licencia de demolición que garantice el cumplimiento de las normativas urbanísticas y medioambientales. Además, en algunos países o ciudades, es obligatorio presentar un plan de gestión de residuos de construcción y demolición, donde se establecen las medidas para la correcta disposición y reciclaje de los materiales generados.

 

  1. Desconexión de suministros y preparación del área

 

Uno de los pasos más importantes antes del derribo es la desconexión de los servicios esenciales como agua, electricidad, gas y telecomunicaciones. Esto se hace para evitar accidentes como incendios, explosiones o inundaciones durante la demolición.

 

Asimismo, se debe asegurar el área de trabajo mediante la instalación de vallas perimetrales y señalización adecuada para proteger tanto a los trabajadores como a los transeúntes. En algunas ocasiones, especialmente en entornos urbanos, puede ser necesario coordinar con las autoridades el cierre temporal de calles o la reubicación de vecinos cercanos.

 

  1. Retirada de materiales peligrosos y desmontaje manual

 

En edificios antiguos, es frecuente encontrar materiales como amianto, plomo o productos químicos peligrosos. Estos deben ser retirados por personal especializado siguiendo estrictas medidas de seguridad para evitar la contaminación ambiental y riesgos para la salud.

 

Tras la eliminación de estos elementos, se procede al desmontaje manual de ciertos componentes del edificio, como carpintería, instalaciones eléctricas y sanitarias. Este proceso permite rescatar materiales reutilizables y reducir el volumen de escombros que se generará en la fase de demolición mecánica.

 

  1. Métodos de demolición

 

El derribo de una vivienda puede llevarse a cabo mediante distintos métodos, dependiendo del tipo de construcción, la ubicación y los requisitos normativos. Los métodos más utilizados son:

 

  1. Demolición manual

 

Se emplea principalmente en edificaciones pequeñas o en zonas donde el acceso de maquinaria pesada es limitado. Consiste en desmantelar la estructura de forma progresiva utilizando herramientas manuales como mazos, cortadoras y palancas.

 

  1. b) Demolición mecánica

 

Es el método más común en el derribo de viviendas. Se utilizan excavadoras, retroexcavadoras y grúas con accesorios como martillos hidráulicos, cizallas o bolas de demolición para derribar la estructura de manera controlada.

 

  1. c) Demolición con explosivos

 

Se emplea en casos excepcionales, generalmente en grandes estructuras o edificios en desuso. Consiste en colocar cargas explosivas en puntos estratégicos para provocar el colapso de la edificación de forma controlada. Este método requiere un alto nivel de planificación y medidas de seguridad estrictas.

 

  1. Gestión de escombros y residuos

 

Una vez finalizada la demolición, se debe proceder con la recolección y gestión de los residuos generados. Este proceso incluye la separación de materiales como hormigón, ladrillos, madera y metal para su reciclaje o disposición final en vertederos autorizados.

 

El reciclaje de residuos de construcción y demolición es una práctica cada vez más común, ya que permite reducir el impacto ambiental y aprovechar recursos. Por ejemplo, los escombros de hormigón pueden ser triturados y reutilizados como base para nuevas construcciones o carreteras.

 

  1. Limpieza y restauración del terreno

 

Después de retirar los escombros, el terreno se acondiciona para su futuro uso. Esto puede incluir la nivelación del suelo, la siembra de vegetación o la preparación para una nueva construcción. En algunos casos, cuando la demolición responde a razones urbanísticas, se pueden realizar estudios para evaluar el mejor aprovechamiento del espacio liberado.

 

  1. Consideraciones legales y sociales

 

El derribo de una vivienda no sólo implica aspectos técnicos, sino que también puede generar impactos sociales y emocionales en los propietarios y la comunidad. En casos de demolición forzosa por irregularidades urbanísticas, es fundamental que las administraciones públicas ofrezcan soluciones habitacionales a los afectados. Además, las empresas encargadas de la demolición deben cumplir con estrictas normativas de seguridad laboral para proteger a los trabajadores y minimizar riesgos. Entre las medidas obligatorias se incluyen el uso de equipos de protección personal, la capacitación en manejo de maquinaria y la supervisión constante del proceso.

 

Proceso de demolición de una vivienda en Cantabria

 

El proceso de demolición de una vivienda en Cantabria es un procedimiento que requiere una planificación cuidadosa y el cumplimiento de diversas normativas para garantizar la seguridad y minimizar el impacto ambiental. Desde la obtención de permisos hasta la gestión de residuos, cada etapa es clave para llevar a cabo un derribo eficiente y controlado.

 

En un mundo donde el desarrollo urbano es constante, la demolición responsable y sostenible se ha convertido en un aspecto fundamental de la planificación territorial. Apostar por la reutilización de materiales y la correcta gestión de escombros no solo beneficia al medioambiente, sino que también contribuye a la economía circular y a la optimización de recursos en la construcción.