La importancia de proteger hogares y negocios es la motivación principal de las alarmas, por no hablar de que evitaremos también daños en las personas si esos intrusos son peligrosos y aparecen cuando estamos en el interior. Eslava es un especialista en instalación de sistemas de alarma en Cantabria y comparte con nosotros algunas recomendaciones esenciales sobre seguridad privada.
Instalación de alarmas en Cantabria y todo el país
Eslava – 601234739
Muchas veces pensamos que los robos, allanamientos o incluso las ocupaciones ilegales son problemas que solo afectan a los demás, pero la realidad es que cualquiera puede convertirse en víctima.
El aumento de las ocupaciones en Cantabria y la falta de alarmas en nuestras puertas
La ocupación ilegal en Cantabria se ha convertido en un fenómeno en crecimiento. Vivir o trabajar sin un sistema de alarma equivale, en cierta forma, a arriesgarse diariamente a sufrir un incidente grave. Si comparamos el gasto mensual de una alarma equipada con detectores y cámaras de videovigilancia con lo que cuesta enfrentarse a una ocupación, la diferencia es abismal.
Después de haber probado con grandes compañías del sector, Eslava asegura sentirse más satisfecho con empresas que ofrecen un trato cercano y soluciones adaptadas a cada cliente, en lugar de limitarse a firmar contratos masivos. La seguridad, insiste, debe tratarse como un servicio personal y no como un producto estándar: para trabajar en condiciones hace falta no sentirse oprimido por una dirección de ventas a la que solamente les importan los beneficios.
Me importa el cliente final y su seguridad, que es mi trabajo, y es por ello que valoro tanto la forma de trabajar que tenemos en esta empresa de alarmas en Cantabria, con un margen de libertad para trabajar que me permite proteger mucho mejor a estas personas y sus espacios privados y pertenencias. ¿Cuánto tiempo llevas dedicándote a la instalación de sistemas de seguridad? Llevo dedicándome a la instalación de sistemas de seguridad más de 12 años. A lo largo de este tiempo, he trabajado en todo tipo de proyectos, desde pequeños hogares hasta grandes locales comerciales, lo que me ha permitido conocer a fondo las necesidades de cada cliente. La experiencia me ha enseñado que no se trata solo de colocar una alarma o una cámara, sino de entender cómo proteger realmente los espacios y ofrecer tranquilidad a quienes confían en mi trabajo.
La puerta principal, el punto más vulnerable
Uno de los errores más frecuentes es no proteger el acceso principal de la vivienda. En la mayoría de los robos, los intrusos entran directamente por la puerta, y aun así son muchas las casas que carecen de un sistema básico de alarma. Con una pequeña inversión mensual, inferior a 50 euros, es posible reforzar este punto débil y dormir tranquilos sabiendo que la vivienda está protegida.
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El coste real de una ocupación es altísimo
En caso de sufrir una ocupación, los gastos legales se disparan rápidamente. Según el abogado especialista en ocupaciones en Santander, Alberto Bedia, iniciar un procedimiento judicial para recuperar una vivienda valorada en unos 200.000 euros puede costar entre 2.000 y 3.000 euros, siempre que el proceso sea relativamente ágil. A esto hay que añadir que, en casos de vulnerabilidad, los desahucios llevan años paralizados, lo que prolonga aún más los plazos. Recurrir a una empresa de desocupación privada supone un desembolso inicial de unos 3.000 euros, sin contar los costes adicionales de cerrajería —a partir de 150 euros— o de instalar cerraduras especiales para evitar nuevas intrusiones. Pero Eslava nos recuerda que esto es solamente una parte de los gastos en que podemos incurrir. A esto se suman los daños materiales.
Muchas viviendas terminan destrozadas, con reparaciones que pueden ir desde una limpieza integral de 500 euros hasta miles de euros en rehabilitación completa. Y lo más difícil de valorar es la pérdida de ingresos por no poder alquilar o utilizar la propiedad durante meses, además del desgaste emocional y la ansiedad que genera la situación.
Alarmas con aviso inmediato a la policía en Cantabria
La diferencia entre un allanamiento y una ocupación radica en el tiempo en que estos individuos permanecen en la vivienda o local. Pasadas 24 horas, la policía pierde gran parte de su capacidad de actuación y los trámites judiciales se vuelven muchísimo más complicados. Por eso, contar con una alarma conectada que notifique de inmediato a las fuerzas de seguridad puede marcar la diferencia entre evitar un problema de raíz o tener que enfrentarse a él durante meses. Como dice Eslava, experto de una empresa de alarmas en Cantabria, el número de ocupaciones o de intrusiones en general, en viviendas y locales protegidos, es realmente escaso.
La sola presencia de un cartel de alarma en la entrada ya actúa como un potente disuasorio: los intrusos suelen optar por viviendas sin protección visible, evitando riesgos innecesarios. Reconozcamos una obviedad, antes de nada: los delincuentes y okupas no se caracterizan por ser gente que “se lo curre”, ni mucho menos. Por lo tanto, intentarán un botín fácil o una ocupación viable forzando puertas (normalmente no van a entrar por ventanas si no estamos hablando de pisos bajos), pero si ven que en esa puerta hay un cartel de una empresa de seguridad se desanimarán rápidamente. Porque saben los riesgos en los que incurren si penetran en la vivienda (o lo intentan) y resultan detectados, grabados y, por la propia llamada automática a la Policía, detenidos en el acto de intentar forzar una vivienda o local. Normalmente no se la juegan tanto y la sola existencia de una alarma, por tanto, constituye una disuasión importante.
¿Qué te motivó a especializarte en alarmas y cámaras de vigilancia?
Mi motivación surgió de ver cómo muchas familias y negocios sufrían robos que se podían haber evitado con sistemas adecuados. Me interesó la tecnología y la seguridad, y decidí combinar ambos mundos para crear soluciones confiables y accesibles. Cada instalación que hago tiene un objetivo: que mis clientes sientan seguridad, no solo por tener dispositivos, sino por saber que están bien protegidos. En viviendas, suelo enfocarme en proteger entradas, zonas vulnerables y ofrecer soluciones fáciles de manejar desde el móvil. En comercios, la instalación es más compleja porque hay que cubrir accesos, áreas de mercancía y sistemas de alerta inmediata, a menudo integrando cámaras con alarmas y control de accesos. La clave está en adaptar cada sistema al lugar y al tipo de riesgo.
Las empresas autorizadas frente al intrusismo son las que nos pueden garantizar un excelente servicio. Otro aspecto fundamental es elegir compañías de seguridad acreditadas por el Ministerio del Interior. Instalar cámaras o sistemas sin las licencias necesarias puede acarrear sanciones por incumplir la ley de protección de datos, además de dejar al usuario con un servicio ineficaz que no garantiza aviso a la policía ni una verdadera disuasión. Eslava subraya que su empresa, a diferencia de muchos instaladores improvisados, ofrece un servicio regulado, seguro y legal, lo que garantiza la protección real de cada cliente.
¿Qué ventajas tiene contar con un sistema de seguridad profesional en lugar de uno comprado e instalado por cuenta propia?
Un sistema profesional garantiza funcionamiento confiable y cobertura adecuada. Muchos equipos caseros no cubren todos los puntos vulnerables ni se integran correctamente. Además, los sistemas profesionales suelen contar con alertas rápidas, integración con la policía o empresas de monitoreo y soporte técnico, lo que marca la diferencia en momentos críticos.
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Testimonio legal: recuperar una vivienda ocupada en Santander
El abogado Alberto Bedia explica que acompañar a clientes en casos de ocupación resulta especialmente duro por la impotencia que sienten hasta que se logra el desalojo. Aunque un arrendador puede resolver con más facilidad un impago de alquiler, los procesos por ocupación precaria son mucho más largos y complejos. Y esto no es todo, como nos recuerda Eslava: Más allá de las pérdidas económicas, lo más grave es el peligro para las personas. Ha habido casos en los que los propietarios se han encontrado inesperadamente con los ocupas en el interior de su casa o negocio, con consecuencias muy serias. Una alarma reduce este riesgo al ofrecer información inmediata sobre cualquier intrusión y evitar enfrentamientos peligrosos. Actualmente recomiendo sistemas que sean inteligentes y conectados, que se puedan gestionar desde el móvil y que cuenten con notificaciones en tiempo real. Las cámaras con visión nocturna, detección de movimiento y almacenamiento en la nube son ideales, porque permiten tener control desde cualquier lugar y facilitan la revisión de eventos. Las alarmas integradas con sensores de puertas, ventanas y movimiento siguen siendo esenciales para una protección completa.
¿En qué se diferencia tu servicio de otras empresas o instaladores?
La diferencia está en la personalización y en el seguimiento. No vendo equipos genéricos ni hago instalaciones rápidas. Cada proyecto se estudia, se planifica y se ajusta a las necesidades del cliente. Además, ofrezco soporte y mantenimiento continuo: si surge cualquier problema, estoy disponible para solucionarlo, algo que no todas las empresas garantizan. Y sí, el mantenimiento es parte fundamental de mi servicio. Los sistemas de seguridad requieren revisiones periódicas para asegurarse de que sensores, cámaras y alarmas funcionan correctamente. Ofrezco revisiones programadas, actualizaciones de software y ajustes cuando el cliente lo necesita, lo que prolonga la vida útil de los equipos y mantiene la efectividad del sistema.
¿Se pueden controlar las cámaras o alarmas desde el móvil?
Sí, la mayoría de los sistemas que instalo permiten control total desde el móvil. Esto incluye activar o desactivar la alarma, recibir notificaciones instantáneas, revisar cámaras en tiempo real y, en algunos casos, incluso interactuar con visitantes a través de audio bidireccional. La conectividad hace que la seguridad sea más flexible y accesible.
¿Qué consejo le darías a alguien que quiere mejorar la seguridad de su casa o local?
Mi consejo es no escatimar en planificación. Antes de instalar cualquier equipo, hay que analizar las áreas vulnerables, el tipo de riesgo y las rutinas de quienes habitan o trabajan en el lugar. Una buena estrategia de seguridad no depende de la cantidad de cámaras, sino de su ubicación y de cómo se integran con alarmas y sensores.
¿Cuál es el error más común que ves en las instalaciones caseras de seguridad?
El error más común es pensar que con un par de cámaras o una alarma básica es suficiente. Muchas personas colocan los equipos en lugares visibles, pero poco estratégicos, dejando puntos de acceso sin cubrir. También suelen ignorar el mantenimiento, lo que hace que los sistemas dejen de funcionar correctamente con el tiempo. ¿Qué es lo que más disfrutas de tu trabajo? Lo que más disfruto es ver la tranquilidad en los ojos de mis clientes cuando comprueban que su hogar o negocio está seguro. Que se van a poder ir de vacaciones o a trabajar a otro lugar sin tanto miedo por lo que dejan atrás. Saber que mi trabajo protege a personas y bienes me da una satisfacción enorme. Cada instalación es un reto diferente y eso mantiene el trabajo interesante y motivador.
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La conclusión de Eslava: invertir en tranquilidad no cuesta tanto
Para Eslava, en el contexto actual de inseguridad y falta de apoyo institucional, instalar una alarma en Cantabria no es un lujo, sino una necesidad básica. Proteger un hogar o negocio cuesta menos de lo que muchos imaginan y evita gastos y problemas infinitamente mayores. ¿Cómo ayuda un sistema de seguridad a la tranquilidad de una familia o de un negocio? La tranquilidad es inmediata. Saber que las puertas, ventanas y zonas sensibles están vigiladas reduce la ansiedad y permite que las personas se concentren en su día a día sin preocuparse constantemente por robos o intrusiones. Para negocios, además, protege la inversión, la mercancía y genera confianza en clientes y empleados. ¿Podrías contarnos algún caso real en el que tus sistemas hayan evitado un robo o incidente? Por regla general, como os digo, los ladrones no se la juegan con los sitios protegidos, pero su temeridad puede llevarlos a intentarlo alguna vez con locales comerciales si creen que puede merecer la pena. Recuerdo un caso en el que un negocio tenía una cámara con detección de movimiento instalada en la entrada principal. Una noche, la alarma se activó y los propietarios recibieron la notificación en su móvil. Gracias a eso, pudieron llamar a la policía antes de que los ladrones entraran. La cámara y la alerta preventiva evitaron un robo que podría haber sido muy costoso, ya que acababan de recibir un valioso cargamento para vender en sus comercios. Además, Eslava aconseja complementar la seguridad con una buena puerta reforzada y una cerradura robusta, descartando las cerraduras inteligentes para viviendas, ya que resultan más vulnerables de lo que parecen. Como de costumbre, prevenir sigue siendo la mejor decisión: una alarma no sólo protege la propiedad, sino también la integridad y la tranquilidad de quienes viven o trabajan en ella.
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Algunas noticias sobre la necesidad de instalar alarmas en negocios en Cantabria
Os comentamos ahora algunas noticias sobre la necesidad de instalar alarmas en negocios en Cantabria. La Guardia Civil ha detenido a cuatro personas acusadas de haber cometido al menos siete robos con fuerza en distintos locales comerciales repartidos por Cantabria, Huesca (Aragón) y Asturias. La operación, fruto de una intensa investigación desarrollada durante varias semanas, ha permitido desarticular un grupo delictivo perfectamente organizado, especializado en asaltos nocturnos a establecimientos de diversa índole. Los investigadores han podido comprobar que los robos se producían de madrugada, aprovechando las horas en que los locales permanecían cerrados y las calles vacías, lo que facilitaba la actuación de los delincuentes sin testigos ni intervención inmediata de las fuerzas de seguridad.
Los robos se consuman en cuestión de minutos
Según ha informado la Guardia Civil, los integrantes del grupo actuaban con una precisión que denotaba experiencia y una clara división de funciones. Cada miembro tenía un papel determinado dentro de la estructura delictiva. Mientras dos de ellos se encargaban de vigilar los alrededores para detectar cualquier presencia sospechosa o movimiento policial, un tercero utilizaba un objeto contundente —como una maza, una barra metálica o incluso una tapa de alcantarilla— para romper las puertas o los escaparates de los locales. En ese momento, el cuarto miembro del grupo, junto con el que forzaba el acceso, entraban al interior del establecimiento para sustraer dinero, aparatos electrónicos, productos de valor y, en algunos casos, cajas registradoras completas. Esta coordinación, sumada a la rapidez de su actuación, hacía que los robos se consumaran en cuestión de minutos.
Los delitos se concentraban en locales de restauración, bares y tiendas de telefonía, sectores que los ladrones elegían por la facilidad de acceso y el potencial valor económico de los objetos que podían encontrar en su interior. En el caso de los bares y restaurantes, el objetivo principal solía ser la recaudación en efectivo guardada en las cajas registradoras, así como las máquinas recreativas o expendedoras. En las tiendas de telefonía, en cambio, los delincuentes buscaban terminales móviles, tablets, accesorios y dispositivos electrónicos de alta gama, fáciles de revender en el mercado negro o en plataformas de compraventa.
Los chorizos estudian los sistemas de seguridad antes de dar sus golpes
El grupo actuaba siempre en horario nocturno, entre las dos y las cinco de la madrugada, cuando la vigilancia urbana disminuía considerablemente. Su modus operandi consistía en desplazarse en vehículos sustraídos o de alquiler para dificultar su rastreo. En algunos casos, incluso alteraban las matrículas o utilizaban placas dobladas para evitar ser identificados por las cámaras de seguridad de los municipios donde actuaban. Además, planificaban los robos con antelación, visitando previamente los locales seleccionados durante el día para estudiar los accesos, la iluminación y la presencia de sistemas de alarma.
El valor total de los daños ocasionados y de los objetos sustraídos asciende a unos 30.000 euros, una cifra que incluye tanto las pérdidas materiales derivadas de los destrozos —puertas reventadas, cristales rotos, cerraduras forzadas y daños en el mobiliario— como el valor de los bienes robados. En algunos establecimientos, el coste de las reparaciones superó incluso el importe de lo sustraído, lo que refleja la violencia con la que actuaban los delincuentes. Estos destrozos han causado un notable perjuicio económico a los pequeños empresarios afectados, que han tenido que cerrar temporalmente sus negocios o invertir sumas considerables para recuperar la normalidad.
Pruebas derivadas de las grabaciones de las cámaras de seguridad
La investigación se inició tras detectarse un patrón común en varios robos cometidos en distintas provincias del norte de España. La Guardia Civil, a través de sus unidades de investigación en Cantabria, Huesca y Asturias, comenzó a cruzar información y a analizar las grabaciones de cámaras de seguridad. Gracias a este trabajo coordinado, los agentes pudieron establecer que los robos presentaban un mismo modus operandi: siempre ocurrían de madrugada, los accesos eran forzados con violencia y los delincuentes actuaban encapuchados y con guantes para no dejar huellas. Además, las huellas de neumáticos y los indicios recogidos en las zonas de los robos (como las pruebas derivadas de las grabaciones de las cámaras de seguridad) permitieron identificar el vehículo utilizado, lo que resultó clave para localizar al grupo.
Durante el operativo, se realizaron varios registros domiciliarios en los que se recuperaron objetos procedentes de los robos, herramientas utilizadas para forzar las puertas, ropa usada durante los asaltos y teléfonos móviles de última generación. También se incautó dinero en efectivo y documentación que relacionaba directamente a los detenidos con los hechos investigados. Los agentes destacan que el grupo actuaba con gran movilidad, desplazándose rápidamente de una comunidad autónoma a otra, lo que les permitía cometer los robos y desaparecer antes de que las fuerzas de seguridad locales pudieran reaccionar.
Los arrestados, todos ellos mayores de edad y con antecedentes por delitos similares, han sido puestos a disposición judicial. Se les imputan delitos de robo con fuerza, pertenencia a grupo criminal y daños. La Guardia Civil ha subrayado que no se descarta su participación en otros robos de características parecidas cometidos en provincias cercanas, por lo que la investigación continúa abierta. Las autoridades competentes están analizando la posible existencia de una red más amplia dedicada a este tipo de delitos, que podría estar actuando en diferentes puntos del norte de la península.
Sensación de inseguridad que este tipo de delitos genera en las zonas comerciales
El impacto de estos robos no sólo se ha medido en términos económicos, sino también en el ámbito social y psicológico. Muchos de los propietarios de los locales afectados han manifestado su frustración y preocupación ante la sensación de inseguridad que este tipo de delitos genera en las zonas comerciales. En pequeñas localidades, donde los negocios son familiares y el tejido económico depende en gran medida del comercio local, estos actos delictivos provocan un profundo malestar. La Guardia Civil ha insistido en la importancia de la colaboración ciudadana, destacando que algunas de las pistas clave para la resolución del caso provinieron de vecinos que alertaron sobre movimientos sospechosos o ruidos en las madrugadas previas a los robos.
Las fuerzas de seguridad también han recordado la importancia de reforzar las medidas de protección en los comercios, especialmente durante las horas nocturnas. Se recomienda la instalación de cámaras de videovigilancia con grabación en la nube, alarmas conectadas a centrales receptoras, cierres metálicos reforzados y sistemas de iluminación automática exterior. Asimismo, se aconseja evitar dejar grandes cantidades de dinero en efectivo en las cajas registradoras y realizar los ingresos bancarios al final de cada jornada.
Esta operación policial demuestra, una vez más, la eficacia de la cooperación entre distintas unidades de la Guardia Civil y la relevancia de la coordinación interterritorial. En este caso, la colaboración entre las comandancias de Cantabria, Huesca y Asturias ha sido determinante para identificar a los sospechosos y reunir las pruebas necesarias para su detención. Los investigadores destacan que el intercambio de información, sumado al uso de nuevas tecnologías de análisis forense y reconocimiento de patrones, ha permitido resolver un caso que, de otro modo, habría sido mucho más complejo debido a la movilidad geográfica de los delincuentes.
Una banda que sembró el miedo en la noche de varios municipios del norte de España
El caso de estos cuatro detenidos pone de relieve la profesionalización de algunos grupos dedicados al robo con fuerza. A diferencia de los pequeños delincuentes ocasionales, estos grupos planifican cuidadosamente cada movimiento, y cuentan con una estructura definida y buscan maximizar sus beneficios reduciendo los riesgos. La Guardia Civil trabaja de forma constante para anticiparse a estas bandas, empleando técnicas de inteligencia criminal que combinan el análisis de datos, la vigilancia electrónica y la cooperación internacional, especialmente con cuerpos policiales de países vecinos.
Las autoridades han querido transmitir un mensaje de tranquilidad a la ciudadanía, asegurando que la detención de este grupo representa un paso importante en la lucha contra la delincuencia itinerante. Sin embargo, recuerdan que la prevención sigue siendo fundamental, y que la colaboración entre los cuerpos de seguridad, los empresarios y la población en general es la mejor herramienta para mantener la seguridad y proteger el comercio local. La investigación sigue su curso, y no se descarta que en los próximos meses se produzcan nuevas detenciones relacionadas con esta red delictiva, que durante un tiempo sembró el miedo en la noche de varios municipios del norte de España.
Sistemas de seguridad para locales en Santander
Comentamos ahora, en concreto, situaciones que afectan a los sistemas de seguridad para locales en Santander. Leíamos en los foros sociales de Santander una triste noticia el otro día:
Buenos días. Qué triste noticia. La tienda de caramelos San Miguel es todo un clásico del barrio, y escuchar que han entrado a robar resulta realmente lamentable. Estos negocios de toda la vida no solo representan un punto de venta, sino también parte del alma y la memoria colectiva de la ciudad. Seguramente muchos vecinos, como tú, sienten pena y enfado al ver cómo un pequeño comercio, construido con esfuerzo y cariño durante años, sufre este tipo de ataques. Ojalá el dueño ya haya sido avisado y las autoridades estén al tanto para investigar lo sucedido cuanto antes. En casos así, es importante no solo denunciar el robo, sino también revisar si hay cámaras cercanas o testigos que puedan aportar información. Muchas veces los delincuentes aprovechan la madrugada o las primeras horas del día para actuar rápidamente, forzando las puertas o escaparates con herramientas contundentes.
Más allá del daño económico, lo peor es la sensación de inseguridad y vulnerabilidad que queda después. Los propietarios de tiendas pequeñas suelen poner todo su trabajo y sus ahorros en el negocio, por lo que un robo no solo afecta a su economía, sino también a su ánimo y confianza. Esperemos que puedan reabrir pronto y que el barrio les muestre apoyo, como tantas veces ocurre cuando un comercio querido pasa por una situación así.
